Microrrelato publicado y seleccionado como finalista del Concurso de la Fundación de Derechos Civiles Asamblea Juvenil en su modalidad de Relato Hiperbreve y Cuento.
¿Igualdad? Sin duda alguna.
En una de mis tormentosas tentativas de empleo tuve una jefa. Era semejante a un varón en muchos aspectos: dura, malencarada, cruel...; aunque también, claro, tenía su corazoncito, sus momentos de simpatía, cordialidad y laboriosidad.
Quiero decir que todos (hombres y mujeres) somos personas con nuestros defectos y virtudes. ¿Más sensibilidad por un lado, y mayor brutalidad por otro? Mitos y resultas culturales, pienso yo.
Sólo nos diferenciamos en factores naturales, biológicos, animales: el sexo, la maternidad, el vigor... Mentalmente somos lo mismo, donde radica nuestra verdadera esencia.
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