Publicado en la antología del Premio de Poesía Puente de Letras 2009
Tus ojos son el mar
donde nadan mis anhelos.
Tus labios la playa
en que rompen mis deseos.
Tu voz de sirena
me llama en sueños,
arrullado y mecido
por las olas de tu pelo.
Mis velas se abrazaron
a la brisa de tu aliento;
maldita esa hora,
como bendito tu viento.
Triste alegría
la de tu recuerdo,
la que me trae tu piel
y la visión de tu cuerpo.
Náufrago de ti,
solo, en duelo.
No seguí tu rumbo,
cobarde lamento.
Últimas notas
de mi amor postremo:
una fría despedida
y un mudo te quiero.
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